Soy incapaz de pensar que todo lo ocurrido, se redujo a cenizas, que toda la pasión que hubo, es ahora odio, rencor. Seguro que no eres capaz de odiar a aquella dulce chica que tanto te hizo sentir, a no ser, que la engañaras a ella también. Cada beso, cada caricia, cada mirada, cada una de las sonrisas, ¿fueron de mentira?.
Te invito a abandonar esta guerrilla de niños, este comportamiento absurdo. A aclarar las cosas como dos personas adultas. Te invito a que entres en mi corazón y veas lo que hasta ahora, no me has dejado enseñarte. Te invito a que des la cara, sabré aceptar una derrota.