martes, 25 de octubre de 2011

Acaso no..?

No quieres ser pesado, y no me llamas.
No quieres agobiarme, y no me escribes.
No quieres molestarme, y no me hablas.


Pero, 


¿Acaso no te das cuenta de qué cuándo te miro no tengo palabras?
¿Acaso no te das cuenta de qué una llamada perdida me hace sonreír?
¿Acaso no te das cuenta de qué un mensaje me hace feliz?


¿Acaso no te das cuenta de qué un "te quiero", es todo lo que quiero oír?

lunes, 26 de septiembre de 2011

Reto.

Se lo mucho que te gustan los retos. Pues hoy quiero proponerte uno. Quiero que busques dentro de tu corazón, y que indagues en lo más profundo de tus sentimientos. Quiero que tengas el valor de escribir tú también, aquello que no tienes valor para decir.

Soy incapaz de pensar que todo lo ocurrido, se redujo a cenizas, que toda la pasión que hubo, es ahora odio, rencor. Seguro que no eres capaz de odiar a aquella dulce chica que tanto te hizo sentir, a no ser, que la engañaras a ella también. Cada beso, cada caricia, cada mirada, cada una de las sonrisas, ¿fueron de mentira?.

Te invito a abandonar esta guerrilla de niños, este comportamiento absurdo. A aclarar las cosas como dos personas adultas. Te invito a que entres en mi corazón y veas lo que hasta ahora, no me has dejado enseñarte. Te invito a que des la cara, sabré aceptar una derrota.

viernes, 23 de septiembre de 2011

El tren.

Ya no puedo oírlo, no puedo sentirlo, pero es culpa tuya. Ya no puedo, no me dejas sentirlo, oírlo. El latido de tu corazón, como el motor de un tren, ya no lo oigo. 


Echo de menos tus nervios, tu sonrisa de niño travieso, tus ojos, tus labios, tus besos. Pero ya no puedo, no me dejas sentirlo, oírlo. El fuego no se extinguió. Decidiste apagarlo. Decidiste que serías tú y no la distancia la que nos separaría. 
Te di todo lo que estuvo en mi mano, y quizás, mucho más. Soy incapaz de irme a dormir sin ver tu foto, de traje, bien guapo y elegante. Soy incapaz de dejar de mirarla hasta que consigo dormirme. Lo he intentado todo, pero subiste al tren, y éste, empezó a alejarse.


Quizás no querías enamorarte, quizás nunca lo hiciste y nunca me quisiste, o tal vez sí. Quizás querías que lo "nuestro" siguiera  quizás aprovechaste la mínima oportunidad para marcharte, para dejarme sola, sin consuelo, llorando y echándote de menos. Sola, sin ti.
Te subiste a un tren con billete de ida, pero no de vuelta. Y sí, lo confieso, hubo un tiempo en el que creía oír los latidos del tren alejándose. Pero ya no, ya no puedo oírlos. 
Lo he intentado todo, he intentado hacer que vuelva de mil formas, eso lo sabes bien, muy bien. Pero no lo he sabido detener, y esta vez sí, el tren se ha marchado, y sí, lo confieso, hubo un tiempo en el que creía oír los latidos del tren alejándose. Pero ya no, ya no puedo oírlos.Se han ido, para siempre



lunes, 15 de agosto de 2011

El te quiero, ya es cosa mía.

Dime como aceptar esta derrota. Como aceptar el final. Ya no se puede insistir más supongo, ya están todas las esperanzas perdidas. Ya no queda nada, sólo un montón de lágrimas dentro de un bote de cristal. No se cuántas lágrimas más tendré que derramar. Son incontables. Tendría que estar arrepintiéndome de haberte conocido, pero no lo hago. No cambio ni un minuto a tu lado, ni una milésima de segundo. Todas esas palabras duelen. Duelen mucho. "No te odio, no te quiero, ya sabes". Esa indiferencia es aterradora. Todo aquello que hubo no es ni ceniza. Ya no queda nada.


Quizás ésta sea la última vez que escriba. No hay más de qué lamentarse. El error ya se cometió. Ya no puedo deshacer esto. Desde aquellas palabras: "No. Pareceré egoísta, pero creo que es lo mejor para los dos". No debí haber insistido. Después, todo pasó tan deprisa... 
Lo peor fue creer que el roce haría el cariño. Te di una parte muy importante de mi vida. Uno de los recuerdos más bonitos que tengo, lo tienes tú. Puede que lo hayas olvidado, que lo hayas tirado, que esté lleno de polvo en lo alto de un armario, que lo hayas regalado. Supiste con un sólo vistazo lo que a mi me costó días averiguar. "Pata trasera". He de reconocer que me impactó mucho. Fue increíble. En ese momento no tenía palabras.


Eres afortunado, vas a tener todo lo que quieras. Puede que no te vuelva a ver, puede que sí. Creo que después del twister, el tres en raya en las baldosas del salón, es mi juego favorito. Y no me quejo de los masajes en la espalda. Sé, que 800 kilómetros son muchos, pero ahora sé que has decidido que con otra sí y conmigo no. Lo respeto, sólo quiero que seas feliz. Sí tu eres feliz, yo también lo soy. No te pido nada. Sólo un adiós. El te quiero, ya es cosa mía.



jueves, 11 de agosto de 2011

Una señal.

Mala, vengativa, cruel, no importaba el daño 
que hiciera. La gente no valía nada. Ellos no valían nada. 

Pero llegaste tú. Llegaste tu y la malicia se volatilizó, cambiaste la persona que era y me convertiste en alguien que era buena, que decidió pensar en los demás, en aquellos que estaban cerca.

Pero, ¿qué fue lo que fallo? ¿Qué hizo que vieras fallos en tu propia creación? Sólo quiero volver a tener cerca aquello que me hacía bien. Sólo unas respuesta, aunque sólo sea "olvídame". 

Quiero tenerte aquí conmigo, como antes. Recuerda las mañanas en tu casa, los ataques de cosquillas, "chúpame un pie" decías,  y ya recuerdas mi respuesta. Recuerdo los besos, las caricias, recuerda cada bello momento. Da una sola señal, aunque no sea aquello que deseo escuchar.

miércoles, 27 de julio de 2011

Mirar abajo.

Esa indiferencia me hacía caer, derrumbaba las paredes de mi corazón. No hacía nada bien, todo eran quejas y más quejas. Hay tanto que me hiciste sentir. Desde princesa, subida en lo más alto de aquella torre, abrazada a ti, rodeada de tus brazos, me sentía bien. Segura. No necesitaba nada más. Pero algo cambió, dejaste de ser aquella persona que me sonreía, que me abrazaba, que me protegía. Derrumbaste los muros de la torre, olvidaste los abrazos, los besos, las caricias. Me hiciste sentir insegura, nada era suficiente para ti. Yo no era suficiente. Te lo he dicho muchas veces, no me obligues a mirarte, no puedo ver esos ojos marrones. No quiero que veas mis pupilas inundadas. No quiero que sepas que me duele, que lo estoy pasando mal. Prefiero mirar abajo.Prefiero no ver nada, si no vas a perdonarme. 




martes, 19 de julio de 2011

Get it right.

Es increíble cómo todo puede esfumarse en un instante. Los mejores momentos pueden quedar reducidos a escombros en sólo unos minutos. Por algo, que no vale la pena. Mientas escribo estas palabras, cada lágrima derramada me hace más débil, más vulnerable. Nunca quise éste final. Nunca quise ofenderte, ni herirte, no se qué puedo hacer, para hacerlo bien. Lo he intentado todo, pero parece que cada intento es en vano. Dime, ¿Qué tengo que hacer?


No voy a pensar en lo que pudo ser y no fue. Voy a pensar en lo que fue, y será en el recuerdo. 
Sí, me encantaba levantarme a las seis de la mañana, porque sabía que tú estarías ahí, y que tendría tiempo de recuperar horas de sueño.


Me encantaba pasarme dos horas dando vueltas por la Gran Vía esperando que llegaran las diez de la mañana, porque sabía que tú estarías ahí, y que la espera habría merecido la pena.


Me encantaba que el cielo amenazara con lluvia o tormenta, porque sabía que tú estarías ahí y que la lluvia sólo sería una vaga escusa para ir a tu casa.


Me encantaba cada momento, de risa, de tensión, de.. nervios.., de placer, de diversión, de incertidumbre. Me encantaba y me encanta.


Ahora que no estás, no te imaginas cuánto te echo de menos. Sé que no lo hice bien. Sé que no actué como debía. Pero no te cambiaría por nada, y quiero recuperarte, quiero tenerte aquí. Porque aun en la distancia te siento cerca. Porque me equivoqué. Porque soy humana. Y porque sé que sabes, que te he dado todo cuanto ha estado en mi mano. Creo que todos necesitamos una segunda oportunidad. No pido tanto, sólo dime, ¿ Qué tengo que hacer?.


jueves, 7 de julio de 2011

¿Sigues ahí?

¿Sigues ahí? No te encuentro. Te juro que te he buscado.
Te he buscado en la playa, en el parque, en casa, debajo la cama, detrás de la puerta, en el armario, en mis mensajes de teléfono, en el cuarto de la caldera, en la autoescuela, en las calles donde me besaste, me abrazaste, en la parada de autobús, donde mi felicidad cobraba sentido.


No te encuentro, te he buscado. ¿Sigues ahí? Espera, creo haberte visto. No, no. Era un reflejo, una visión proyectada por mi corazón. Te quiero encontrar, pero no apareces. Te quiero amar, pero no estás. Mi corazón no sólo palpita si pienso en ti, si estás aquí. Ven, te necesito. Hace días que no se de ti. Tal vez ya sean semanas. El tiempo parece detenerse si no estás, los minutos parecen horas y mi dolor solo se prolonga.


¿Sigues ahí? Te necesito. Ven a cuidar de mi. Ven, hazme feliz.





miércoles, 6 de julio de 2011

Lluvia.

Llueve y tengo frío. 
Ven, abrázame. Sabes que lo necesito.
Dame calor, rodéame con tus brazos.


Quiero ser la que oiga los latidos de tu corazón, 
mientras tus dedos se enredan en mi pelo,
mientras besas mi cuello.


Quiero que nos riamos, 
mientras nos hacemos cosquillas
y estamos al borde de caernos de la cama.


Llueve y tengo frío.
Ven, abrázame.
Realmente te necesito.


miércoles, 29 de junio de 2011

Emaidazu berriro...

Es una ventaja vivir rodeada de monte. No hay apenas ruido, y solo se oye el canto de los pájaros al despertar y el de los grillos al anochecer. Cada mañana me levanto y pongo el iPod en repetir con nuestra canción. De qué sirve vivir aislado, si aun así, todo me recuerda a ti. 


Salgo de casa y me dirijo monte arriba. Doy de comer al caballo y me siento junto a la fuente mientras mis lágrimas brotan al ritmo que cae el agua. Cierro los ojos y solo te veo a ti. Siento tus abrazos, tus cálidos besos, tu sonrisa, mi mano enredada en tu pelo, tus ojos perdidos en los míos. Siento el calor de tu cuerpo con el mío.


Es una realidad, no vas a volver. Sé que no te vas a quedar. Muestra interés por saber si debes o no arreglarlo, y sabes bien que es lo que yo deseo. Pero ahí sigues, quieto, de piedra, impasible, sin hacer nada. Si has de hacer algo, hazlo, sino, vete.


Nuestra canción se acaba, ya no me quedan más lágrimas, ya no queda nada.
Emaidazu berriro, ongi etorria, gelditzeko nator eta...



lunes, 27 de junio de 2011

Dos mundos aparte.

A veces hay que tomar decisiones importantes. 
Yo acabo de iniciar el primer paso para tomar una de ellas. Aunque parece la típica cosa fácil de decir y hacer, no lo es. Es un asunto complicado de 
poner en práctica.


He vivido cómo un "NO", al final se convierte en un "NO, pero ven y bésame". Quizás tú puedas, pero yo no. Sé que no llorarás, sé que no lamentarás mi pérdida. Sé que me costará, pero también sé que lo conseguiré y te olvidaré.


Te entregué un parte de mi. Fui tú primera vez. "El roce hace el cariño", pensé. Tan sólo me equivoqué.
Me pides que no te odie. No te odio.
Me pides que no cambie lo que tenemos. No lo cambio yo.
Me pides mucho, mucho más de lo que yo puedo darte. 


Jamás me mentiste, siempre lo dejaste todo muy claro. Pero yo así no puedo. Te lo repito, no te odio. Sólo me alejo, te evito. Huyo. Llámame egoísta, pero creo que es lo mejor para los dos.


Dijiste que harías cosas como llamarme... pero jamás recibí llamada alguna. Prometiste decir palabras bonitas mientras besabas mi cuello, y sólo te limitaste a guardar silencio. Aun recuerdo cada momento, pero pronto será un vago recuerdo, como lo es ya para ti. Nada importa ya, nada te importa.


Sé que no leerás esto y se cuanta indiferencia sentiría tu corazón a  mis palabras. Ahora entiendo que la culpa fue mía. Mi película, mi cuento de princesas a tu lado no fueron más que una visión, como un oasis en un desierto.


Tú, y yo, separados, dos mundos aparte. Te di lo mejor de mi, tal vez no fue suficiente, tal vez, por eso te perdí. Ahora ya da igual. Sólo vete. Yo me iré quedando atrás, como quien se despide de alguien, que acaba de zarpar.



domingo, 19 de junio de 2011

Idiota.

Podría pasar horas mirando el móvil. De hecho, ya lo hago. No pasan diez minutos sin que haya mirado el teléfono por lo menos tres veces. Solo quiero un "hola". Un simple, "Ey, ¿Qué tal?, ¿Cómo ha ido el finde?


Estoy cansada de ser siempre la misma idiota que te habla, que se preocupa, que te cuida sin que te des cuenta. Que te quiere. Te lo he dado todo, y no solo eso, sino que cada minuto que paso contigo, me encantaría poder detener el tiempo y desearía que fuera eterno cada segundo. No solo te he dado amor, sino que también te he dado mi cuerpo, mis besos, mis caricias.. hasta mi cuello.


¿Tan poco ha significado para ti todo lo que hemos pasado? ¿Tan poca cosa ha sido? ¿Es qué no he sabido hacerte feliz? ¿Qué he hecho mal? Sólo quiero saber si volverás a decirme algo. Aunque me digas que me odias, que no quieres volver a saber de mi, o aunque me digas que te vas, para no volver. Sólo quiero saber si aun me queda una oportunidad de estar un día más junto a ti, besarte, quererte; por última vez, como hicimos aquel día diez.


En fin, sólo soy aquella  idiota que te habla, que se preocupa, que te cuida sin que te des cuenta.
Que te quiere.

sábado, 18 de junio de 2011

Tú.

Sé que te vas a marchar. Lo acepto. Bueno, no, no lo acepto. Lo respeto, pero sólo porque se que es lo que quieres. No me gustaría que te fueras. De echo, marcharte supondrá para mi una gran pérdida. Ambos sabemos que no volverá a ser lo mismo. Tú sólo lo disfrutas, yo en cambio, lo siento, y me gusta cada día más.


Quizás es egoísta por mi parte, pero es el momento de que cada uno tome su ruta. Sé que no me quieres perder, al igual que yo a ti. Pero no es posible, y no puedo seguir alimentándome de vanas esperanzas si decides quedarte. Te irás, ambos lo sabemos. No hay nada que hacer.


Me encantó ser la primera, me encantó reírme contigo, hacerte cosquillas, sacarte una sonrisa, darte un musu, un abrazo... que me dijeras palabras bonitas. Me encantó que besaras mi cuello y no me importó que dejaras huella. Me encantó que me cogieras la mano por la calle y nos parasemos para besarnos. Me encantaron hasta tus nervios.


Vete, y no mires atrás. Pero no te olvides, que hubo un tiempo, en el que yo te hice feliz.

domingo, 12 de junio de 2011

10.

Ese momento en el que una sonrisa significa algo. Ese momento en el que lo único que me gustaría es poder darte un abrazo, y luego besarte.Esas palabras que salen de tu boca, cuando dices que ha sido genial, que quieres una segunda parte.


Ese instante en el que mi corazón, eufórico, palpita sin cesar, mientras lo único que puedo hacer eso sonreir. Ese segundo en el que el tiempo se para, mi miras y cierro los ojos para sentir tus labios enredarse con los míos. Esa sensación de cosquilleo en el estómago cuando tus manos acarician mis mejillas. Esa sensación de fantasía cuando crees que es todo tan perfecto que no puede ser real.


Ese 10, en el que hiciste de mi la persona más feliz, más feliz de lo que había sido antes, pero aun más feliz, por saber que no acabará ahí.

lunes, 30 de mayo de 2011

Ese momento.

A veces, una mirada, acompañada de una sonrisa, dice más que un " te quiero".  Sólo hay que aprender a interpretar ese gesto, esa mirada. Su significado.


No puedo explicar como me siento desde aquel momento. Es algo que me llena, que me inunda de felicidad.
Aún no he sido capaz de saber cuales son sus intenciones, qué quiere. Lo único que se, es que soy feliz. Que cada instante que mi memoria reproduce aquel momento, aquel minuto, se que fue real.


Ese momento en el que te acercaste a mi, ese momento en el que nuestras manos se acariciaron, ese momento en el que nuestros labios se juntaron por una milésima de segundo, ese momento en el que mi corazón giraba más rápido que un motor, ese momento, en el que era feliz, junto a ti.



Ese momento, que no cambiaría jamás, y que desearía, que volviera a hacerse realidad.

viernes, 27 de mayo de 2011

Distancia.

Es mítico. Todo el mundo se siente feliz en los inicios. Pero luego, en realidad, todo comienzan a ser problemas.


Tanto de que hablar los primeros meses, tanto que contar, tanto que decirse y que compartir. A pesar de que todo parezca un cuento de princesas, no lo es. Hay algo que nos separa esta vez. Algo que ha dejado huella en mi. Parece que hay mucho más que distancia entre nosotros.


Todo ha perdido el sentido. Hoy, nada es igual. Quizás lo mejor, aunque lo más cobarde, sea huir. Huir y olvidar. Porque según dicen, las heridas se curan con el tiempo, y como nada va a volver a sus inicios, es mejor cortar de raíz.


Olvidar, y a prender a ser feliz.



jueves, 19 de mayo de 2011

Miedo.

Miedo a esa caricia impredecible, miedo a juntar nuestras manos, miedo a ese beso extraño.

Miedo a que esas manos de seda, acariciando mi rostro, se conviertan en ásperas. Miedo a que tus manos rechacen las mías. Miedo a que tu beso no sepa a chicle de menta. Miedo, a que no sientas lo mismo que yo siento.

No podría explicar todo eso que me haces sentir, es un estallido de sensaciones que me ayuda a levantarme de la cama con optimismo cada mañana. Eres todo eso por lo que merece la pena luchar. Eres parte de mis mejores momentos y sé que estarás ahí para los malos también. Eres la paz que calma mis ganas de luchar. Eres lo que ilumina mi sonrisa cada vez que río. Eres mi ángel.

Dime que yo soy tu ángel, dime lo mucho que me anhelas cada vez que no estás junto a mi, dime que soy lo primero que piensas al despertar cada mañana y a lo último al acostarte cada noche. Dime que me amas tanto como yo a ti. Dime qué soy capaz de hacerte sentir. Dime que por mi lo dejarías todo.

 Ahora es momento de ser realista. Todo es ficticio, tú lo eres todo, pero no es algo compartido. Se que no soy lo primero en lo que piensas cada mañana al despertar, ni lo último al irte a dormir. Sé que no me amas tanto como yo a ti, es más, sé que no me amas.

Tengo miedo. Miedo a esa caricia que nunca llegará, a esas manos que nunca se entrelazarán al caminar, a ese beso que nunca será posible. Miedo a que ella siga en tu mente. Miedo a ser un mero reflejo en un estanque.

lunes, 11 de abril de 2011

Perfecta.

Solías mirarme a los ojos, y decirme que era perfecta.
Solías decirme cada día, cuan bella era.
He tardado en darme cuenta, de que no te referías a mi, por fuera.
Lo verdaderamente bello, estaba en mi interior. No supe verlo, o tal vez no supe expresarlo.
Pero tu también, eras perfecto a mis ojos, tu también eras bello.
Pero mira cuanto te amaba, que te veía perfecto, dentro, fuera y hasta en mi propio pensamiento.
Lo has sido todo, y aunque se ha terminado, lo sigues siendo.


Sigues siendo perfecto.

sábado, 9 de abril de 2011

I am disappointed.

La gente me decía que me alejara de ti. Que no eras buena compañía, que no me merecías. Cada día que pasaba a tu lado oía más y más críticas. Siempre escuchaba, aceptaba, asentía, y callaba. Un día decidí que las cosas no podían ser tan malas como ellos las pintaban, por eso decidí pasar de escuchar, a ignorar. Todo lo hice por ti. 


Meses después todo terminó, y mi idea respecto a ti, seguía siendo la misma. A mi no me parecías una pérdida de tiempo, me encantaba tu compañía, porque me hacía feliz. Tú, me hacías feliz. Pero hoy, hoy has hecho que mi opinión cambie por completo. Nunca creí que lo que me decían era cierto. Pero...hoy...


Te di todo, todo lo que tenía. Me entregué a ti, sin importarme nada ni nadie.Siempre te he querido. Pero... hoy...


Hoy.. me has decepcionado como nunca nadie lo había hecho antes. Me has bajado de la nube en la que vivía y me has curado la ceguera. Hoy me has hecho darme cuenta de que cuanto más alto, más duele la caída. Ahora estoy sufriendo, pero da igual... No hagas nada, ya no quiero nada de ti. Estoy tan decepcionada...

miércoles, 6 de abril de 2011

Llama extinguida.

He sentido demasiadas cosas a tu lado. Amor, odio, fuerza, debilidad, calor, frío, hambre, sed, agobio, calma, tensión, confianza, amargura, serenidad... Ahora tengo la necesidad de sentirme libre. Siento decírtelo así. Lo que pasó fue algo genial, pero se acabó. Quiero volar sin que nada me ate las alas, sin que nada me permita detenerme en mi camino.


No me arrepiento de lo que pasó. Dejé desatar la lujuria y la pasión, y pasó. Es momento de calma, de nadar en tranquilas aguas. Centrarme en mi y nada más que en mi. Lo sé, no me lo digas. Soy una egoísta. Sí. Pero la vida me ha dado ya tantas patadas, que merezco algo de felicidad. Y sí, también lo sé, ¿qué hay de lo "nuestro"? Pues lo siento, pero tengo que decírtelo así. No hay nada. Se ha ido marchitando, como los pétalos de la primera rosa que me regalaste. Esos pétalos que aún guardo en un cofrecito. Al igual, ocurre con tu recuerdo. Permanecerá en un rinconcito de mi corazón. 


No, no llores. Levántate, no te arrodilles. No, no quiero un abrazo. No, no quiero pensarlo dos veces. No voy a huir, pero, por favor, deja que me marche. Está decidido. No mires atrás, yo no lo haré. Sólo traerás más dolor, más pena, más sufrimiento.Corre un tupido velo, pasa página y disfruta de la vida. Yo sólo he sido un ápice de todo lo que ha de sucederte en esta vida. Saca toda la fuerza que tienes guardada, saca esa valentía que sé que escondes por ahí y enfréntate a tus miedos.


Por favor, no sigas insistiendo, ya no se como decirte que no hay más. Que esto no va a más. Me has dicho que la llama estaba extinguida, que no quedaban ni las cenizas. Abre la ventana, respira y vuelve a empezar de cero una nueva vida.

viernes, 1 de abril de 2011

Nada.

- Mírame, ¿qué ves?.
- Nada.
- Tócame, ¿qué sientes?.
- Nada.
- Bésame,  ¿a qué sabe?.
- A nada.
- Abrázame, ¿me amas?.
- No.


Las palabras fueron rotundas. No me amas. Ya no significo nada. Pues nada es lo que sientes cuando estás conmigo. Es culpa mía, lo sé. Ya no soy capaz de hacer que se sienta bien, no soy capaz de darle la felicidad que merece.


Eres fuerte, robusto. Yo soy frágil, vulnerable. Cualquier cosa que salga de tu boca es poesía en mis oídos. Cualquier cosa que digas, me hará cambiar de parecer, rendirme a tus pies, y caer en tu juego otra vez.


Soy débil, lo sé. Pero más que débil, es un vicio. Una adicción. Tu cuerpo, tu boca, tus ojos, esa mirada, tu cara, tú, eres mi droga. Estoy enganchada a ti. Sé que mereces algo mejor, sé que yo también, pero tu amor me ciega. Sé que ya no hay ninguna esperanza, pero mi corazón no respira en tu ausencia.


- Mírame, ¿qué ves?.
- Nada.

domingo, 27 de marzo de 2011

Quiero.

Quiero irme a la cama, quiero dormir, quiero dejar de pensar en ti. Estaba a punto de olvidarte, y vas y apareces. Pero no contento con aparecer, encima vises igual que yo. Eras un mundano recuerdo, menos, me atrevería a decir. Ser invisible, casi inexistente.


Había pasado página, después de todo, lo había conseguido. Pasar esa página era para mi como levantar un piedra de ochenta kilos. Y por fin, después de tanto insistir, la levanto, y lo consigo.
Pero apareces de nuevo y contigo, una ráfaga de aire que vuelve una página atrás, como si de una hoja seca se tratara. Vuelve a posicionarse en la página que lleva tu nombre. Vuelven ,los recuerdos, se abren las heridas. Siento como quema, como arde en mi tu presencia. No puedo resistirlo, decaigo, me hundo, suplico.Es inútil, pues ya todo está perdido. Me hundo, decaigo, me pregunto porque a mi, si habré hecho algo malo.


Sigue quemando, ardiendo... una sola palabra, un gesto, o una simple mirada, cambiarían mi parecer. De desprecio a deseo. De odio, rencor, a pasión y amor. Sí, lo confieso, no te he olvidado, pero no será así por siempre. No te recordaré eternamente, de echo no quiero ni oír mentar tu nombre. Quiero que te vayas, que desaparezcas,que te desvanezcas.Quiero irme a la cama, quiero dormir, quiero dejar de pensar en ti.

jueves, 24 de marzo de 2011

Primavera.

Dejo atrás unos mesecitos de muy mala suerte en mi vida. No sé que es lo que me depara el futuro, ni si continuará mi mala suerte. Ha llegado la primavera, y con ella, el frío comenzará a desvanecerse, las flores se abrirán, mostrando sus bellos colores, esos pétalos llenos de alegría y felicidad. Pronto el sol dejará verse, y nos iluminará con su dulce calor.


Espero, ya que no puedo saberlo, que con este pequeño cambio vaya todo a mejor. Este domingo, dormiremos una hora menos, y espero despertar, y darme cuenta de que he recuperado una pequeña parte de mi alegría. Aunque sea diminuta, pero que sepa que hay esperanza, algo que me haga olvidarme de lo que te llevaste de mi vida, de lo que me arrebataste meses atrás.


Lo he aceptado, olvídame, déjame, vamos, ¿A qué esperas?, ¿A hacerme más daño? Yo ya no espero nada de ti, lo he superado, espero no tener que volver a verte, espero no tener que saber nada de ti. No te voy a negar, que a veces, pasas por mi mente, pero se trata de algo fugaz. Cada vez, es más insignificante. Elegí ser feliz, y ahora por fin, lo estoy consiguiendo. No ha sido un camino de rosas, pero he vivido peores cosas. No te interpondrás más en mi camino, y mucho menos en mi felicidad.


Con esta estación, me gustaría cambiar de vida, de fase, de humor, de amigos y hasta de sensaciones. Dejo atrás todo eso que me hacía daño. Te dejo atrás a ti. No lo sabes aun... pero no volverás a verme.
No creo que exista persona capaz de soportar tu pasotismo. Sólo espero que seas feliz. Ya no espero nada tuyo. Simplemente, eres un mero recuerdo, aunque cada vez hay menos que recordar. 


Con esta nueva estación, todo lo vivido en el pasado, no existe, borrón y cuenta nueva. Ahora es el presente lo que cobra sentido. Tampoco pienso en el futuro, no tiene sentido, ya que no puedo predecirlo. Es muy fácil decirlo, pero no es nada fácil hacer. Aunque esta vez estoy convencida de que lo voy a lograr. Nueva estación, nueva yo, cambio radical.


Deseo que mi primavera, sea FELIZ.

martes, 22 de marzo de 2011

Mi delirio.

Siete grados a las siete y diecisiete de la mañana. Mi mente comienza a pensar. ¿Qué debo hacer? ¿A qué debo seguir? Voy caminando, a su lado. Me encuentro sumergida en un mar de dudas. ¿Es un simple capricho? ¿Se trata de verdadero amor?

Hace tiempo que me asaltan las dudas. Es tan cambiante. A veces frío, otras atento, más de una, distante. No puedo estar segura de qué siente. Atento, preocupado, pero también desganado, irritante.

Le miro, y veo un millón de cosas, siento más de lo mismo. A veces me provoca escalofríos, otras me dan ganas de gritarle: "Imbécil". Lo tiene todo, al mismo tiempo, que no tiene nada.

Quizás se trata de todo el tiempo que paso junto a él. Horas y horas, los siete días de la semana. Tal vez, pero sólo es una sospecha, esté desarrollando un sentimiento familiar más que carnal. Sólo tal vez, lo quiera como a un hermano.

Pero esto es sólo un supuesto. Cada día le veo de forma diferente, como una caja de sorpresas, no se qué esperar de él. Hago las cosas que me gustan, pero ahora también cuido de gustarle.

Despierto de mis pensamientos, de nuevo el reloj, marca siete grados a las siete y cincuenta y seis de la mañana. Sigo caminando a su lado, y me encanta.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Mis 2.

En cada momento de bajón, son lo más importante. Tengo dos personillas muy importantes en mi vida. Son dos locas, aunque yo no me quede atrás, pero es que están como una regadera.




Una es muy chunga, siempre está supportive y se queja cuando llueve, porque su precioso pelo rizado se encrespa. Es una estrella que brilla con luz propia. No tiene precio. Animaría hasta a un muerto y haría reír a una estatua de hierro.Es la cabra loca superiora.


Otra tiene complejo hamster, me mata cada vez que canta... "titutiuuuu". Esta pequeña roedora es capaz de hacerme sentir bien con un abrazo. Es capaz de consolarme hasta que me saca una sonrisa, o sabe que estoy realmente bien. No sabéis lo que me hace reír, es estupenda.





Cuando estoy en casa, siempre hay problemas, o tiempo para pensar y recordar en el pasado. Siempre se abren las heridas del recuerdo. Estar con ellas es como una desconexión de todo lo que me hace daño.
Sois vosotras y nadie más, lo que me anima, con chistes, con bromas, con una simple sonrisa, o con un abrazo colectivo.


Le agradezco a mi destino que me haya cruzado con vosotras, porque, sin vosotras, no soy nada.
Os quiero locas mías.

lunes, 14 de marzo de 2011

Aquí te espero, por si decides volver.

Cada día es un desafío. Hace unos días que me siento vacía, incompleta, sin ganas de ti, sin ganas de nada. Hay muy pocos momentos en los que puedo decir, que me siento bien.
Ya no se lo que es reír, no se lo que es una sonrisa. Ya no se lo que vale una mirada. Ya no se que cara poner, para no preocupar a nadie.


Me he convertido en un retrato, en una estatua sin expresión alguna, que lo dice todo, que no dice nada. Mi almohada está completamente mojada, porque hace días, la cama es mi mejor aliada.


Ella me soporta, me aguanta, me arropa, me tapa y me da calor. Ella resiste mis pataletas, comprende mi rabia y mi tristeza. Mi almohada, hace de esponja. Absorbe cada lágrima sin ninguna queja, y se vuelve a secar. Soporta que hunda la cara en ella, y grite hasta la saciedad.


Me he convertido en un retrato, en una estatua sin expresión alguna, que lo dice todo, que no dice nada. No se a donde mirar, porque te veo en todas direcciones. Se que no volverás. Mis ojos se vuelven a inundar. ¿Por qué? Aquí te espero, por si decides volver.

lunes, 7 de marzo de 2011

Te avisé.

Te avisé, antes de que este juego empezara, sabías todas las condiciones. Me gustas, te quiero, pero él, él está por encima de todo. Él es la excepción, la cima. A él, le amo.


Te avisé, y aún con todo, decidiste seguir. Intenté alejarte, pero insististe y decidiste quedarte.


Te avisé de que esto podría pasar, que a él le amo y que eso no va a cambiar. No quise nada contigo, porque sabía y me temía que esto pasaría, pero lo aceptaste y seguiste adelante.


Te avisé, y ahora que ha ocurrido lo inevitable, vienes reclamándome. Te lo dije, para mi amar es más que querer, y a él, le amo. Te enfadas, pero a la hora me dices que no puedes enfadarte, que me quieres. Date cuenta, por favor, no vamos a volver.


Te avisé, ahora no quieras, lo que no puede ser.

sábado, 26 de febrero de 2011

sábado, 19 de febrero de 2011

Adiós.

No puedo más, la situación me sobrepasa. ¡No! ¡NO MÁS!


No soy cualquiera, no puedes tratarte como a una marioneta. Soy yo, esa chica regordita que conociste un lluvioso día de abril. Era día uno. Uno de abril.


Nada en este mundo, me hacía más feliz que tú, y por lo que me demostrabas, el sentimiento era recíproco. Tú y yo, eramos felices.


Quizás fui yo, quizás fuiste tú, quizás la falta de tiempo, quizás, quizás, quizás... Siempre un pero, o un ya te lo dije, siempre una excusa. Mis sentimientos, los conoces de sobra, sabes que te quiero, eso no ha cambiado, así lo sigo sintiendo. Pero hay algo que ha cambiado. Solo que no se qué.


Esta será la última vez que lo intente. Ya te lo he dicho muchas veces. No pido mucho, tan sólo amor. Que me digas que me quieres, que lo hagas con hechos, que me lo demuestres. Como todo, las cosas terminan, y mi paciencia, ya ha llegado a su fin.


Me cuesta, me mata por dentro, me está consumiendo, devorando. Como el hollín del humo, después de un fuego intenso. Me destroza. Se que es cosa del tiempo que no ronde tu memoria, seré un vago recuerdo, borroso, difuso, sin relevancia. Patético.


Ya he soportado demasiado. Este es mi adiós final, se que no te importa, pero tengo derecho a ser feliz.Porque ya es hora, y ahora me toca a mi.No volveré a cruzarme en tu camino, adiós.

lunes, 14 de febrero de 2011

¿Puedes sentirlo, verdad?

Este día, debería de ser nuestro. Nos queremos, o eso es al menos lo que yo siento. 
Cada vez, pongo más en duda que hayas sentido algo por mi. Se supone que me quieres, ¿no? Hoy es el mejor momento para demostrarlo. Pero aquí estoy, esperando. Déjalo, ya es tarde.
Me estás perdiendo, ¿puedes sentirlo, verdad?


Quizás sea mejor ser realista. Volviendo a la realidad, sé que no me quieres, de ahí que no me lo demuestres. Esto sólo está haciendo que cada vez, caigas más abajo en mi olvido. Estás subido a un vehículo que se aleja más de mi a cada instante, cada minuto, cada segundo.
Me estás perdiendo, ¿puedes sentirlo, verdad?


Tu avanzas, yo retrocedo, más rápido, la distancia se hace más grande. Recuerdo que cuando yo estaba lejos, me escribiste diciendo: "Tengo muchas ganas de verte. Me haces feliz, pequeña". Ahora estoy aquí, pero te alejas, me alejo. No se a donde camino. Quizás lejos de ti, quizás sólo busque la soledad. No lo se.
Me estás perdiendo, ¿puedes sentirlo, verdad?


No se que haces ahí, de pie, como un pasmarote, mirándome, viéndome marchar. Oigo como tu corazón susurra mi nombre, como el mio susurra el tuyo, como me alejo, mientras sigues quieto, viéndome marchar. No estás escuchando a tu corazón. Deja que sea libre, que grite mi nombre, bien alto. Déjale decir lo que siente.
Me estás perdiendo, ¿puedes sentirlo, verdad?


Increíble. Sigues quieto, viéndome girar la esquina. Ahora sí, ya no oigo tu corazón, no oigo su latido desenfrenado. Ya no me ves, ahora ya estoy lejos. Ya soy inalcanzable. Nunca. Nunca jamás. Ya es tarde.
Definitivamente. 
Me has perdido, ¿puedes sentirlo, verdad?

domingo, 13 de febrero de 2011

Atracción

Si algo me atrae de ti, es tu forma de mirarme. Me hechiza, me hipnotiza, tu mirada me deja anonadada. Si me miras, se acelera mi corazón. La sangre corre por mis venas a la velocidad de un rayo, quemándome, ardiendo.
Me quedo inmóvil, mis ojos no pueden ver nada más. Me miras, me encanta. Me atraes. Te atraigo.


Pero hay más. Me abrazas, y siento tu respiración, agitada, acelerada. Me haces sentir mil y una cosas. Tengo frío, también calor.  Erizas mi piel, me estremezco. Te acercas más. Ahora puedo sentir como dos se hacen uno. Pero sigo sin verte. No me importa, me basta con sentirte, con oír el latido de tu corazón, con tenerte entre mis brazos. Me atraes. Te atraigo.


Cuidas de mi, me proteges, y aunque no me lo demuestres, se que me quieres, tanto como yo a ti. Somos como un imán y un alfiler. Somos polos opuestos. Me atraes. Te atraigo.

viernes, 11 de febrero de 2011

Mentiras, medias verdades.

Me decías que te hacía feliz. Me decías que me querías. Me lo decías todos los días. Pero no se que pasó por tu mente, que un día dejaste de hacerlo.
No confiabas en mi tanto como para decirme qué era lo que te ocurría. Entonces, me mentiste.  Aquel día, sentados en el banco del parque, me mentiste. Dijiste que tenías miedo de perderme. MENTÍAS.


No tuviste agallas suficientes para enfrentarte a mi y decirme que tus sentimientos habían cambiado, que ya no eran los mismos. Decidiste elegir el camino más cómodo para ti, y el peor para mi. Seguiste adelante, engañándote a ti mismo, engañándome a mi. Me hacías creer que me querías, y no era cierto. Seguiste alimentando el cuento de princesas que una vez, cuando si me querías, prometiste que nunca dejarías.


Pensaste en ti mismo, y entonces, se produjo el cambio de las cosas. Cambiaste. Yo no sabia que ese sería el momento en el que nunca volvería a oír un te quiero, en el que nunca volvería a ser tu princesa.


Decidí seguir, pensando que me amabas. Pero no era así. Vivía engañada. Siete meses después, pongo fin a una pesadilla que llevaba cinco soportando. No te lo voy a negar, he sido muy feliz, pero el balance negativo de estos últimos cinco meses, supera con creces al positivo. Ahora sé, que jamás volveré a saber quien fue la persona de la que me enamoré. Ahora sé, que tú sólo querías romper.


Debiste hacerlo hace mucho, antes de septiembre, pero no lo hiciste, y estúpida de mi creí que podrían cambiar las cosas y recuperar lo que perdí.
Te di mil oportunidades. Seguimos. Ni un indicio de querer cambiar. Aunque fuera solo un poco. Nada de nada. Al final has conseguido lo que querías. Se ha terminado.


Lo peor, es que aun tienes el valor de seguir mintiéndome y diciéndome que lo estás pasando mal, y que me has querido, y que lo sigues haciendo. Aún tienes el valor de decirme, que has intentado sacar tiempo para mi, pero que no lo has conseguido encontrar.


En fin, la vida sigue, y ahora que sé que ya no hay más, ahora que sé que no sientes nada, que no me quieres, sólo puedo desearte que seas feliz.

jueves, 10 de febrero de 2011

10*

Hoy debería de ser uno de los mejores días para nosotros. Debería haber recibido un mensaje diciéndome, " ¡Cari, felicidades! Joe, ya son 7, y los que nos quedan, ¿eh? Te Quiero Cantidubi Pequeña :)


En cambio, aquí estoy, tirada sobre la cama, sin para de llorar, y de pensar lo imbécil que soy. ¿Cómo he podido alejarte de mi? ¿Por qué lo he hecho? Mi corazón está inseguro. No quiere sufrir, pero sufre si te pierde, es una continua contradicción.


Pero ya da igual, ya es demasiado tarde. Te he perdido, lo sé. Nunca vas a volver, jamás. Mi sangre quema como el fuego. Arde en mi el deseo de recuperarte, pero es imposible, se que eres inalcanzable para mi. Nunca te tendré más entre mis brazos, nunca más podré besar tus labios. Puedo engañarme a mi misma, pensando que te he olvidado, pero en el fondo, mi corazón llora tu ida.


Dime qué hacer para recuperarte, cómo volver a sentir tu piel contra la mía, dime qué hago para que vuelvas. Dime que aun me quieres, que aun te hago feliz, o dime que me odias, que me quieres perder de vista por siempre, pero dime algo. No dejes que me queme en este silencio. Me está matando, di algo.


Dime que soy lo que más quieres, que estás aquí, para quedarte. Dime que mientras lees esto, te estás dando por aludido, y vas a besarme nada más verme. Dime que estás aquí, abrázame. Aunque sea por última vez, deja que mis oídos sangren, mientras me dices, que no hay nadie más que me ame.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Todo, menos eso.

Puedes pedirme ayuda, consejo, dinero, que te ame, aun sabiendo que ya lo hago. Pero no me pidas que te olvide, porque eres lo primero en lo que pienso cuando me levanto, y lo último cuando me acuesto.


Cada paso que doy, cada movimiento, cada frase, cada recoveco de mi corazón, está unido a ti, ligado a algún recuerdo. Intento que estos recuerdos se conviertan en cenizas, pero sin éxito. Intento pensar que no vales nada, que no vales la pena, que lo que hubo entre tu y yo es pasado, y nunca más será futuro.


Intento olvidar que aún eres lo que me da fuerzas para continuar. Lo que me da fuerzas para seguir, para levantarme tras cada caída, a enfrentarme a mis miedos.


Se que para ti soy indiferente, y que todo te da lo mismo, pero nunca me pidas que te olvide. Vuelve, abrázame, y quédate conmigo.

martes, 8 de febrero de 2011

Indiferencia.

Dime qué es esa indiferencia. Qué significa que te diga que no hay más, y que tu respuesta sea vale. ¿Cómo acabas con algo de tanto tiempo con un vale?


Cada vez que mi mente recuerda estas palabras: " Vale, si es lo que quieres... Yo ya te lo había advertido, y te dije que cada vez sería peor, pero tú quisiste seguir".
Lo dices, y es como si no nunca hubieras sentido nada.


Me siento como un muñeco, un muñeco de esos que los niños compran, usan con ilusión los primeros días y después dejan tirados y sólo sacan de vez en cuando, si se aburren.


Jamás nadie me había hecho tan feliz, y al mismo tiempo tan desgraciada, tan alegre y tan triste, tan dichosa y tan maldita. Has conseguido un cambio radical en mi forma de sentir, mi felicidad y mi alegría, se han reducido a escombros. Sólo son porquería. Han devenido en dolor y sufrimiento.


Tu indiferencia me quema por dentro, como si mi sangre fuera lava, puro fuego. Tengo la necesidad de saber que te pasa por la cabeza, por saber todo aquello que has sentido, cada día de tu vida junto a mi.
Siento que esto sólo ha sido un engaño, un simple modo de acomodarse en la vida de alguien y ser egoísta. Estando tú bien y yo mal.


Quiero que tengas el valor de decirme que ha pasado por tu mente desde que me conoces, en cada momento, y que me expliques el por qué de tanta indiferencia. ¿Acaso nunca me has querido? ¿Acaso me has utilizado? Da igual, déjalo, ahora ya, es indiferente.

Vuelve.

Esto que siento, ¿Qué es?
Siento la rabia de tu indiferencia, cómo todo te da lo mismo, cómo me ignoras, cómo pasas delante de mi sin mirarme a penas.


No he pedido mucho, tan sólo dos palabras o un susurro al oído o un beso en la frente o una mirada o una sonrisa o un abrazo o simplemente, una llamada perdida.


Añoro cada cosa que me recuerda a ti. Mi cama es un nido de perfumes y tu fragancia va allá donde el viento vaya conmigo. Mis pies caminan más pesados, sienten que algo me faltan, me conocen bien y saben el motivo de mis lagrimas.


Mi cara no responde a ningún estímulo, mis oídos han dejado de escuchar, todo huele a ti, mi piel arde en deseos de tocar la tuya de nuevo. Mi boca, sólo puede susurrar tu nombre, para después, rogarte lo imposible, que vuelvas.