lunes, 30 de mayo de 2011

Ese momento.

A veces, una mirada, acompañada de una sonrisa, dice más que un " te quiero".  Sólo hay que aprender a interpretar ese gesto, esa mirada. Su significado.


No puedo explicar como me siento desde aquel momento. Es algo que me llena, que me inunda de felicidad.
Aún no he sido capaz de saber cuales son sus intenciones, qué quiere. Lo único que se, es que soy feliz. Que cada instante que mi memoria reproduce aquel momento, aquel minuto, se que fue real.


Ese momento en el que te acercaste a mi, ese momento en el que nuestras manos se acariciaron, ese momento en el que nuestros labios se juntaron por una milésima de segundo, ese momento en el que mi corazón giraba más rápido que un motor, ese momento, en el que era feliz, junto a ti.



Ese momento, que no cambiaría jamás, y que desearía, que volviera a hacerse realidad.

viernes, 27 de mayo de 2011

Distancia.

Es mítico. Todo el mundo se siente feliz en los inicios. Pero luego, en realidad, todo comienzan a ser problemas.


Tanto de que hablar los primeros meses, tanto que contar, tanto que decirse y que compartir. A pesar de que todo parezca un cuento de princesas, no lo es. Hay algo que nos separa esta vez. Algo que ha dejado huella en mi. Parece que hay mucho más que distancia entre nosotros.


Todo ha perdido el sentido. Hoy, nada es igual. Quizás lo mejor, aunque lo más cobarde, sea huir. Huir y olvidar. Porque según dicen, las heridas se curan con el tiempo, y como nada va a volver a sus inicios, es mejor cortar de raíz.


Olvidar, y a prender a ser feliz.



jueves, 19 de mayo de 2011

Miedo.

Miedo a esa caricia impredecible, miedo a juntar nuestras manos, miedo a ese beso extraño.

Miedo a que esas manos de seda, acariciando mi rostro, se conviertan en ásperas. Miedo a que tus manos rechacen las mías. Miedo a que tu beso no sepa a chicle de menta. Miedo, a que no sientas lo mismo que yo siento.

No podría explicar todo eso que me haces sentir, es un estallido de sensaciones que me ayuda a levantarme de la cama con optimismo cada mañana. Eres todo eso por lo que merece la pena luchar. Eres parte de mis mejores momentos y sé que estarás ahí para los malos también. Eres la paz que calma mis ganas de luchar. Eres lo que ilumina mi sonrisa cada vez que río. Eres mi ángel.

Dime que yo soy tu ángel, dime lo mucho que me anhelas cada vez que no estás junto a mi, dime que soy lo primero que piensas al despertar cada mañana y a lo último al acostarte cada noche. Dime que me amas tanto como yo a ti. Dime qué soy capaz de hacerte sentir. Dime que por mi lo dejarías todo.

 Ahora es momento de ser realista. Todo es ficticio, tú lo eres todo, pero no es algo compartido. Se que no soy lo primero en lo que piensas cada mañana al despertar, ni lo último al irte a dormir. Sé que no me amas tanto como yo a ti, es más, sé que no me amas.

Tengo miedo. Miedo a esa caricia que nunca llegará, a esas manos que nunca se entrelazarán al caminar, a ese beso que nunca será posible. Miedo a que ella siga en tu mente. Miedo a ser un mero reflejo en un estanque.