miércoles, 29 de junio de 2011

Emaidazu berriro...

Es una ventaja vivir rodeada de monte. No hay apenas ruido, y solo se oye el canto de los pájaros al despertar y el de los grillos al anochecer. Cada mañana me levanto y pongo el iPod en repetir con nuestra canción. De qué sirve vivir aislado, si aun así, todo me recuerda a ti. 


Salgo de casa y me dirijo monte arriba. Doy de comer al caballo y me siento junto a la fuente mientras mis lágrimas brotan al ritmo que cae el agua. Cierro los ojos y solo te veo a ti. Siento tus abrazos, tus cálidos besos, tu sonrisa, mi mano enredada en tu pelo, tus ojos perdidos en los míos. Siento el calor de tu cuerpo con el mío.


Es una realidad, no vas a volver. Sé que no te vas a quedar. Muestra interés por saber si debes o no arreglarlo, y sabes bien que es lo que yo deseo. Pero ahí sigues, quieto, de piedra, impasible, sin hacer nada. Si has de hacer algo, hazlo, sino, vete.


Nuestra canción se acaba, ya no me quedan más lágrimas, ya no queda nada.
Emaidazu berriro, ongi etorria, gelditzeko nator eta...



lunes, 27 de junio de 2011

Dos mundos aparte.

A veces hay que tomar decisiones importantes. 
Yo acabo de iniciar el primer paso para tomar una de ellas. Aunque parece la típica cosa fácil de decir y hacer, no lo es. Es un asunto complicado de 
poner en práctica.


He vivido cómo un "NO", al final se convierte en un "NO, pero ven y bésame". Quizás tú puedas, pero yo no. Sé que no llorarás, sé que no lamentarás mi pérdida. Sé que me costará, pero también sé que lo conseguiré y te olvidaré.


Te entregué un parte de mi. Fui tú primera vez. "El roce hace el cariño", pensé. Tan sólo me equivoqué.
Me pides que no te odie. No te odio.
Me pides que no cambie lo que tenemos. No lo cambio yo.
Me pides mucho, mucho más de lo que yo puedo darte. 


Jamás me mentiste, siempre lo dejaste todo muy claro. Pero yo así no puedo. Te lo repito, no te odio. Sólo me alejo, te evito. Huyo. Llámame egoísta, pero creo que es lo mejor para los dos.


Dijiste que harías cosas como llamarme... pero jamás recibí llamada alguna. Prometiste decir palabras bonitas mientras besabas mi cuello, y sólo te limitaste a guardar silencio. Aun recuerdo cada momento, pero pronto será un vago recuerdo, como lo es ya para ti. Nada importa ya, nada te importa.


Sé que no leerás esto y se cuanta indiferencia sentiría tu corazón a  mis palabras. Ahora entiendo que la culpa fue mía. Mi película, mi cuento de princesas a tu lado no fueron más que una visión, como un oasis en un desierto.


Tú, y yo, separados, dos mundos aparte. Te di lo mejor de mi, tal vez no fue suficiente, tal vez, por eso te perdí. Ahora ya da igual. Sólo vete. Yo me iré quedando atrás, como quien se despide de alguien, que acaba de zarpar.



domingo, 19 de junio de 2011

Idiota.

Podría pasar horas mirando el móvil. De hecho, ya lo hago. No pasan diez minutos sin que haya mirado el teléfono por lo menos tres veces. Solo quiero un "hola". Un simple, "Ey, ¿Qué tal?, ¿Cómo ha ido el finde?


Estoy cansada de ser siempre la misma idiota que te habla, que se preocupa, que te cuida sin que te des cuenta. Que te quiere. Te lo he dado todo, y no solo eso, sino que cada minuto que paso contigo, me encantaría poder detener el tiempo y desearía que fuera eterno cada segundo. No solo te he dado amor, sino que también te he dado mi cuerpo, mis besos, mis caricias.. hasta mi cuello.


¿Tan poco ha significado para ti todo lo que hemos pasado? ¿Tan poca cosa ha sido? ¿Es qué no he sabido hacerte feliz? ¿Qué he hecho mal? Sólo quiero saber si volverás a decirme algo. Aunque me digas que me odias, que no quieres volver a saber de mi, o aunque me digas que te vas, para no volver. Sólo quiero saber si aun me queda una oportunidad de estar un día más junto a ti, besarte, quererte; por última vez, como hicimos aquel día diez.


En fin, sólo soy aquella  idiota que te habla, que se preocupa, que te cuida sin que te des cuenta.
Que te quiere.

sábado, 18 de junio de 2011

Tú.

Sé que te vas a marchar. Lo acepto. Bueno, no, no lo acepto. Lo respeto, pero sólo porque se que es lo que quieres. No me gustaría que te fueras. De echo, marcharte supondrá para mi una gran pérdida. Ambos sabemos que no volverá a ser lo mismo. Tú sólo lo disfrutas, yo en cambio, lo siento, y me gusta cada día más.


Quizás es egoísta por mi parte, pero es el momento de que cada uno tome su ruta. Sé que no me quieres perder, al igual que yo a ti. Pero no es posible, y no puedo seguir alimentándome de vanas esperanzas si decides quedarte. Te irás, ambos lo sabemos. No hay nada que hacer.


Me encantó ser la primera, me encantó reírme contigo, hacerte cosquillas, sacarte una sonrisa, darte un musu, un abrazo... que me dijeras palabras bonitas. Me encantó que besaras mi cuello y no me importó que dejaras huella. Me encantó que me cogieras la mano por la calle y nos parasemos para besarnos. Me encantaron hasta tus nervios.


Vete, y no mires atrás. Pero no te olvides, que hubo un tiempo, en el que yo te hice feliz.

domingo, 12 de junio de 2011

10.

Ese momento en el que una sonrisa significa algo. Ese momento en el que lo único que me gustaría es poder darte un abrazo, y luego besarte.Esas palabras que salen de tu boca, cuando dices que ha sido genial, que quieres una segunda parte.


Ese instante en el que mi corazón, eufórico, palpita sin cesar, mientras lo único que puedo hacer eso sonreir. Ese segundo en el que el tiempo se para, mi miras y cierro los ojos para sentir tus labios enredarse con los míos. Esa sensación de cosquilleo en el estómago cuando tus manos acarician mis mejillas. Esa sensación de fantasía cuando crees que es todo tan perfecto que no puede ser real.


Ese 10, en el que hiciste de mi la persona más feliz, más feliz de lo que había sido antes, pero aun más feliz, por saber que no acabará ahí.