domingo, 27 de marzo de 2011

Quiero.

Quiero irme a la cama, quiero dormir, quiero dejar de pensar en ti. Estaba a punto de olvidarte, y vas y apareces. Pero no contento con aparecer, encima vises igual que yo. Eras un mundano recuerdo, menos, me atrevería a decir. Ser invisible, casi inexistente.


Había pasado página, después de todo, lo había conseguido. Pasar esa página era para mi como levantar un piedra de ochenta kilos. Y por fin, después de tanto insistir, la levanto, y lo consigo.
Pero apareces de nuevo y contigo, una ráfaga de aire que vuelve una página atrás, como si de una hoja seca se tratara. Vuelve a posicionarse en la página que lleva tu nombre. Vuelven ,los recuerdos, se abren las heridas. Siento como quema, como arde en mi tu presencia. No puedo resistirlo, decaigo, me hundo, suplico.Es inútil, pues ya todo está perdido. Me hundo, decaigo, me pregunto porque a mi, si habré hecho algo malo.


Sigue quemando, ardiendo... una sola palabra, un gesto, o una simple mirada, cambiarían mi parecer. De desprecio a deseo. De odio, rencor, a pasión y amor. Sí, lo confieso, no te he olvidado, pero no será así por siempre. No te recordaré eternamente, de echo no quiero ni oír mentar tu nombre. Quiero que te vayas, que desaparezcas,que te desvanezcas.Quiero irme a la cama, quiero dormir, quiero dejar de pensar en ti.

jueves, 24 de marzo de 2011

Primavera.

Dejo atrás unos mesecitos de muy mala suerte en mi vida. No sé que es lo que me depara el futuro, ni si continuará mi mala suerte. Ha llegado la primavera, y con ella, el frío comenzará a desvanecerse, las flores se abrirán, mostrando sus bellos colores, esos pétalos llenos de alegría y felicidad. Pronto el sol dejará verse, y nos iluminará con su dulce calor.


Espero, ya que no puedo saberlo, que con este pequeño cambio vaya todo a mejor. Este domingo, dormiremos una hora menos, y espero despertar, y darme cuenta de que he recuperado una pequeña parte de mi alegría. Aunque sea diminuta, pero que sepa que hay esperanza, algo que me haga olvidarme de lo que te llevaste de mi vida, de lo que me arrebataste meses atrás.


Lo he aceptado, olvídame, déjame, vamos, ¿A qué esperas?, ¿A hacerme más daño? Yo ya no espero nada de ti, lo he superado, espero no tener que volver a verte, espero no tener que saber nada de ti. No te voy a negar, que a veces, pasas por mi mente, pero se trata de algo fugaz. Cada vez, es más insignificante. Elegí ser feliz, y ahora por fin, lo estoy consiguiendo. No ha sido un camino de rosas, pero he vivido peores cosas. No te interpondrás más en mi camino, y mucho menos en mi felicidad.


Con esta estación, me gustaría cambiar de vida, de fase, de humor, de amigos y hasta de sensaciones. Dejo atrás todo eso que me hacía daño. Te dejo atrás a ti. No lo sabes aun... pero no volverás a verme.
No creo que exista persona capaz de soportar tu pasotismo. Sólo espero que seas feliz. Ya no espero nada tuyo. Simplemente, eres un mero recuerdo, aunque cada vez hay menos que recordar. 


Con esta nueva estación, todo lo vivido en el pasado, no existe, borrón y cuenta nueva. Ahora es el presente lo que cobra sentido. Tampoco pienso en el futuro, no tiene sentido, ya que no puedo predecirlo. Es muy fácil decirlo, pero no es nada fácil hacer. Aunque esta vez estoy convencida de que lo voy a lograr. Nueva estación, nueva yo, cambio radical.


Deseo que mi primavera, sea FELIZ.

martes, 22 de marzo de 2011

Mi delirio.

Siete grados a las siete y diecisiete de la mañana. Mi mente comienza a pensar. ¿Qué debo hacer? ¿A qué debo seguir? Voy caminando, a su lado. Me encuentro sumergida en un mar de dudas. ¿Es un simple capricho? ¿Se trata de verdadero amor?

Hace tiempo que me asaltan las dudas. Es tan cambiante. A veces frío, otras atento, más de una, distante. No puedo estar segura de qué siente. Atento, preocupado, pero también desganado, irritante.

Le miro, y veo un millón de cosas, siento más de lo mismo. A veces me provoca escalofríos, otras me dan ganas de gritarle: "Imbécil". Lo tiene todo, al mismo tiempo, que no tiene nada.

Quizás se trata de todo el tiempo que paso junto a él. Horas y horas, los siete días de la semana. Tal vez, pero sólo es una sospecha, esté desarrollando un sentimiento familiar más que carnal. Sólo tal vez, lo quiera como a un hermano.

Pero esto es sólo un supuesto. Cada día le veo de forma diferente, como una caja de sorpresas, no se qué esperar de él. Hago las cosas que me gustan, pero ahora también cuido de gustarle.

Despierto de mis pensamientos, de nuevo el reloj, marca siete grados a las siete y cincuenta y seis de la mañana. Sigo caminando a su lado, y me encanta.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Mis 2.

En cada momento de bajón, son lo más importante. Tengo dos personillas muy importantes en mi vida. Son dos locas, aunque yo no me quede atrás, pero es que están como una regadera.




Una es muy chunga, siempre está supportive y se queja cuando llueve, porque su precioso pelo rizado se encrespa. Es una estrella que brilla con luz propia. No tiene precio. Animaría hasta a un muerto y haría reír a una estatua de hierro.Es la cabra loca superiora.


Otra tiene complejo hamster, me mata cada vez que canta... "titutiuuuu". Esta pequeña roedora es capaz de hacerme sentir bien con un abrazo. Es capaz de consolarme hasta que me saca una sonrisa, o sabe que estoy realmente bien. No sabéis lo que me hace reír, es estupenda.





Cuando estoy en casa, siempre hay problemas, o tiempo para pensar y recordar en el pasado. Siempre se abren las heridas del recuerdo. Estar con ellas es como una desconexión de todo lo que me hace daño.
Sois vosotras y nadie más, lo que me anima, con chistes, con bromas, con una simple sonrisa, o con un abrazo colectivo.


Le agradezco a mi destino que me haya cruzado con vosotras, porque, sin vosotras, no soy nada.
Os quiero locas mías.

lunes, 14 de marzo de 2011

Aquí te espero, por si decides volver.

Cada día es un desafío. Hace unos días que me siento vacía, incompleta, sin ganas de ti, sin ganas de nada. Hay muy pocos momentos en los que puedo decir, que me siento bien.
Ya no se lo que es reír, no se lo que es una sonrisa. Ya no se lo que vale una mirada. Ya no se que cara poner, para no preocupar a nadie.


Me he convertido en un retrato, en una estatua sin expresión alguna, que lo dice todo, que no dice nada. Mi almohada está completamente mojada, porque hace días, la cama es mi mejor aliada.


Ella me soporta, me aguanta, me arropa, me tapa y me da calor. Ella resiste mis pataletas, comprende mi rabia y mi tristeza. Mi almohada, hace de esponja. Absorbe cada lágrima sin ninguna queja, y se vuelve a secar. Soporta que hunda la cara en ella, y grite hasta la saciedad.


Me he convertido en un retrato, en una estatua sin expresión alguna, que lo dice todo, que no dice nada. No se a donde mirar, porque te veo en todas direcciones. Se que no volverás. Mis ojos se vuelven a inundar. ¿Por qué? Aquí te espero, por si decides volver.

lunes, 7 de marzo de 2011

Te avisé.

Te avisé, antes de que este juego empezara, sabías todas las condiciones. Me gustas, te quiero, pero él, él está por encima de todo. Él es la excepción, la cima. A él, le amo.


Te avisé, y aún con todo, decidiste seguir. Intenté alejarte, pero insististe y decidiste quedarte.


Te avisé de que esto podría pasar, que a él le amo y que eso no va a cambiar. No quise nada contigo, porque sabía y me temía que esto pasaría, pero lo aceptaste y seguiste adelante.


Te avisé, y ahora que ha ocurrido lo inevitable, vienes reclamándome. Te lo dije, para mi amar es más que querer, y a él, le amo. Te enfadas, pero a la hora me dices que no puedes enfadarte, que me quieres. Date cuenta, por favor, no vamos a volver.


Te avisé, ahora no quieras, lo que no puede ser.