miércoles, 27 de julio de 2011

Mirar abajo.

Esa indiferencia me hacía caer, derrumbaba las paredes de mi corazón. No hacía nada bien, todo eran quejas y más quejas. Hay tanto que me hiciste sentir. Desde princesa, subida en lo más alto de aquella torre, abrazada a ti, rodeada de tus brazos, me sentía bien. Segura. No necesitaba nada más. Pero algo cambió, dejaste de ser aquella persona que me sonreía, que me abrazaba, que me protegía. Derrumbaste los muros de la torre, olvidaste los abrazos, los besos, las caricias. Me hiciste sentir insegura, nada era suficiente para ti. Yo no era suficiente. Te lo he dicho muchas veces, no me obligues a mirarte, no puedo ver esos ojos marrones. No quiero que veas mis pupilas inundadas. No quiero que sepas que me duele, que lo estoy pasando mal. Prefiero mirar abajo.Prefiero no ver nada, si no vas a perdonarme. 




martes, 19 de julio de 2011

Get it right.

Es increíble cómo todo puede esfumarse en un instante. Los mejores momentos pueden quedar reducidos a escombros en sólo unos minutos. Por algo, que no vale la pena. Mientas escribo estas palabras, cada lágrima derramada me hace más débil, más vulnerable. Nunca quise éste final. Nunca quise ofenderte, ni herirte, no se qué puedo hacer, para hacerlo bien. Lo he intentado todo, pero parece que cada intento es en vano. Dime, ¿Qué tengo que hacer?


No voy a pensar en lo que pudo ser y no fue. Voy a pensar en lo que fue, y será en el recuerdo. 
Sí, me encantaba levantarme a las seis de la mañana, porque sabía que tú estarías ahí, y que tendría tiempo de recuperar horas de sueño.


Me encantaba pasarme dos horas dando vueltas por la Gran Vía esperando que llegaran las diez de la mañana, porque sabía que tú estarías ahí, y que la espera habría merecido la pena.


Me encantaba que el cielo amenazara con lluvia o tormenta, porque sabía que tú estarías ahí y que la lluvia sólo sería una vaga escusa para ir a tu casa.


Me encantaba cada momento, de risa, de tensión, de.. nervios.., de placer, de diversión, de incertidumbre. Me encantaba y me encanta.


Ahora que no estás, no te imaginas cuánto te echo de menos. Sé que no lo hice bien. Sé que no actué como debía. Pero no te cambiaría por nada, y quiero recuperarte, quiero tenerte aquí. Porque aun en la distancia te siento cerca. Porque me equivoqué. Porque soy humana. Y porque sé que sabes, que te he dado todo cuanto ha estado en mi mano. Creo que todos necesitamos una segunda oportunidad. No pido tanto, sólo dime, ¿ Qué tengo que hacer?.


jueves, 7 de julio de 2011

¿Sigues ahí?

¿Sigues ahí? No te encuentro. Te juro que te he buscado.
Te he buscado en la playa, en el parque, en casa, debajo la cama, detrás de la puerta, en el armario, en mis mensajes de teléfono, en el cuarto de la caldera, en la autoescuela, en las calles donde me besaste, me abrazaste, en la parada de autobús, donde mi felicidad cobraba sentido.


No te encuentro, te he buscado. ¿Sigues ahí? Espera, creo haberte visto. No, no. Era un reflejo, una visión proyectada por mi corazón. Te quiero encontrar, pero no apareces. Te quiero amar, pero no estás. Mi corazón no sólo palpita si pienso en ti, si estás aquí. Ven, te necesito. Hace días que no se de ti. Tal vez ya sean semanas. El tiempo parece detenerse si no estás, los minutos parecen horas y mi dolor solo se prolonga.


¿Sigues ahí? Te necesito. Ven a cuidar de mi. Ven, hazme feliz.





miércoles, 6 de julio de 2011

Lluvia.

Llueve y tengo frío. 
Ven, abrázame. Sabes que lo necesito.
Dame calor, rodéame con tus brazos.


Quiero ser la que oiga los latidos de tu corazón, 
mientras tus dedos se enredan en mi pelo,
mientras besas mi cuello.


Quiero que nos riamos, 
mientras nos hacemos cosquillas
y estamos al borde de caernos de la cama.


Llueve y tengo frío.
Ven, abrázame.
Realmente te necesito.